Hace 6 años que la sonda espacial DAWN abandonó la Tierra y salió al encuentro del planeta enano Ceres y el asteroide Vesta, en el cinturón de Kuiper.
En las primeras imágenes de Ceres, algo en su superficie resaltaba sobre el resto. Unos extraños puntos blancos muy brillantes, capaces de ser visibles a miles de millones de kilómetros de distancia.
A día de hoy no se sabe con certeza que son esos puntos blancos, que se encuentran en el interior de un cráter (Occator). Se barajó la posibilidad de que fuera hielo seco (dióxido de carbono congelado), cristal o incluso construcciones extraterrestres.
Lo cierto es que aunque la sonda ahora se encuentra a 1400 km sobre la superficie del planeta, los formaciones brillantes siguen siendo un misterio.
Se esperaba que la sonda se acerca mucho más al planeta y poder tener una vista más clara.
La NASA tiene pensado crear un mapa en 3D de Ceres, aunque esto llevará un tiempo.
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